El pasado lunes los espectadores de
Telecinco se enfrentaron a algo nuevo. Carlos
Franganillo estaba contando las elecciones estadounidenses in situ. ¿Se había trasladado acaso a Washington? No, había "entrado" en el país gracias a la magia de la realidad aumentada. El presentador no se había movido de la sede de
Fuencarral-El Pardo, pero a su alrededor había un espacio virtual completamente creíble.
Este es sólo un nuevo ejemplo de una tecnología que lleva un tiempo en cadenas españolas, pero el grado de inmersión merece que se le preste atención. Se trata de una demostración espectacular, y toda una declaración de intenciones para desmarcarse de una competencia cada vez más fuerte.
Entre la irrupción del streaming, la presencia de los canales temáticos y la subida de la media de edad de los espectadores, la televisión generalista sigue sangrando espectadores. El 2023 vio otro descenso más en el consumo de la televisión lineal que, si bien aun supone un porcentaje significativo del tiempo frente al aparato, se encuentra en un mínimo histórico.
¿Qué tal le va a
Telecinco casi un año luego del cierre de 'Sálvame'? Acaba de firmar el peor abril de su historia
Telecinco es la más afectada de los más importantes cadenas. La que hace años era la cadena más vista por un buen margen tuvo un descenso de 1,9 puntos del share (su principal competidora, Antena 3, además bajó 0,6 pero mantuvo su primer puesto).