El desarrollo de nuevas tecnologías de motores eléctricos y de fórmulas de aviación originadas en el mundo de los drones lleva ya bastantes años alimentando la idea de que, ese tipo de vehículos formarán parte de las opciones de transporte personal habituales e incluso, según algunos emprendedores como
Sebastian Thrun, con precios más baratos que lo que es hoy tomar un simple
taxi o Uber.
Lo que ocurre es que las predicciones de Thrun fueron hechas en 2018, más allá de promesas y planes que no se han cumplido, han pasado muy pocas cosas en este ámbito, en el que se mueven una serie de compañías generalmente poco conocidas como las norteamericanas Archer o Joby Aviation, junto con otras con algo más de tradición como la china Ehang o la alemana Volocopter, y ya otras provenientes de la aviación tradicional como Boeing o Airbus, junto con aerolíneas como American, Delta, Southwest y United tratando de formar alianzas con ellas para un segmento que estiman razonablemente prometedor.
Un artículo de ayer en The Washington Post, «Electric air taxis are taking flight.