Los sucesivos desarrollos de Amazon para sus
tiendas físicas son muy interesantes, sobre todo por lo que tienen de incorporación de la experiencia a las metodologías ideadas en función de lo que la tecnología permite hacer en cada momento.
Así, hace ya casi ocho años, en diciembre de 2016, Amazon lanzó, primero en beta cerrada a sus empleados y luego ya en abierto, sus
tiendas Amazon Go equipadas con una tecnología que denominó Just Walk Out, consistente en una sensorización intensiva del establecimiento con muchísimas cámaras, sensores de peso en las estanterías, etc. para ofrecer una experiencia de compra libre de toda interferencia: llegabas, cogías de las estanterías lo que querías, lo metías en tu bolsa de la compra y salías por la puerta sin más.
Por supuesto, la idea de Amazon era, como permanentemente, convertir su modelo en una plataforma, y ofrecerlo a toda aquella tienda de distribución que mostrase interés por ella. Sin embargo, los problemas llegaron con el escalado del modelo a
tiendas más grandes, lo que llevó a la compañía a desarrollar otro modelo basado en la incorporación de tecnología al carrito de la compra, Amazon Dash Cart, más eficiente en el caso de grandes compras semanales o mensuales. Eso llevó a la compañía a sustituir el modelo de Just Walk Out en los supermercados grandes de su propiedad que la habían incorporado, como Amazon Fresh y Whole Foods, por el modelo Amazon Dash Cart.