Mi columna en
Invertia de esta semana se titula «¿Para qué sirve un periódico?» (pdf), y es una reflexión generada sobre todo a partir de un brillante artículo del ex-director de
The Economist y hoy en día director de
Bloomberg News, el británico
John Micklethwait, titulado «How journalism will adapt in the age of AI«, en el que pinta un futuro en el que el uso de la inteligencia artificial contribuirá a mejorar la labor periodística de los medios de calidad y, potencialmente, a llenarla de valor.
A estas alturas ya deberíamos tener muy claro que las herramientas pueden ser utilizadas de muy diversas formas. La misma herramienta, a continuación de más de treinta años desde el inicio de su popularización, para que algunos medios se conviertan más aún en referencia, mientras que otros se consoliden como basura. Básicamente, aquellos que han utilizado internet para su labor de investigación y documentación, y que han decidido dar valor a su trabajo en lugar de utilizarlo como simple soporte para la publicidad, han obtenido claramente posicionarse en un escalón diferente al de aquellos que se limitan a producir cuantas más páginas mejor para que intermediarios como Google, Meta y muchos otros se dediquen a ganar dinero comerciando con los datos de los lectores y dejen a los medios las migajas.