Cuando hablamos de personas emblemáticas en el mundo de la tecnología, uno de los primeros que se nos viene a la mente es
Steve Jobs, cofundador de Apple. Nacido en
San Francisco, el empresario comenzó tempranamente a tener un notorio
interés por la electrónica y la mecánica. Y así fue cómo en 1976 dio vida a
la primera computadora de Apple en el garaje de su familia. Aquel fue el inicio de una larga carrera marcada por éxitos: el
Macintosh, el iPod, el iPhone y el iPad. Eso sí, además tuvo algunos traspiés en este camino. Uno de ellos fue el del Rokr E1.
Y es que antes de que el
iPhone se lanzara y lograra transformar la telefonía móvil,
Steve Jobs se enfrentó a un inusual revés con el Rokr E1, un dispositivo creado en colaboración con Motorola en 2005.
Hablamos de un teléfono destinado a fusionar la experiencia musical de iTunes con la funcionalidad de un celular, y que terminó siendo una
lección para el futuro de Apple, marcando un antes y un luego en su enfoque hacia el diseño de smartphones.
Cuando se presentó oficialmente el Rokr E1, la instancia estuvo plagada de
problemas técnicos y limitaciones, marcando un momento embarazoso para Jobs y demostrando las deficiencias del dispositivo.