El terremoto de
Hualien de anteayer día 3 de abril en
Taiwan ha dejado a muchos muy preocupados, además de por los efectos sobre la población y las infraestructuras de la isla, por las posibles consecuencias que un problema de ese tipo podría tener sobre la cadena de suministro a nivel mundial.
En esta ocasión, los efectos sobre la industria de la fabricación de chips han sido prácticamente nulos: tanto TSMC como UMC detuvieron momentáneamente sus cadenas de producción para inspeccionar los posibles efectos del temblor y evacuaron a algunos de sus trabajadores de las zonas más afectadas o con más riesgo, pero más allá de esos efectos momentáneos, el temblor no tuvo más consecuencias. Sin embargo, y dado que
Taiwan se encuentra en una zona de gran inestabilidad no solo tectónica, sino además geopolítica, cabe especular qué podría pasar si algún problema afectase a la fabricación de chips.
Taiwan concentra nada menos que entre un 80% y un 90% de la fabricación de los chips más avanzados de la industria, por debajo de los ocho nanómetros, para los que prácticamente no existen sustitutos. En este momento, con cada vez más industrias desesperadas por obtener, por ejemplo, los chips más avanzados de Nvidia para desarrollar modelos de inteligencia artificial, la situación es tan fácil de describir como que absolutamente todos ellos, el 100% de la producción, son fabricados en
Taiwan por TSMC.