Quien pega primero, pega dos veces y con la inteligencia artificial parece que el dicho no anda desencaminado.
ChatGPT fue el primer modelo de IA al llegar al gran público y su popularidad fue tan abrumadora que ostenta el título de ser la plataforma que más rápido ha crecido en la historia de internet. Después, y otra gran big tech se sumó a la carrera: Google con Bard, posteriormente rebautizado como
Gemini.
No son las únicas, pero sí las más mainstream y además su carácter gratuito (se entiende, en alguna versión) permanentemente es un aliciente para probar. En cualquier caso, la "democratización" de los chatbots con IA se ha traducido en que muchas personas usemos la inteligencia artificial en nuestro día a día, para tareas personales como redactar un email formal (es ideal para solicitudes o quejas) al ámbito profesional, donde puede ahorrarte horas de trabajo.
Sin embargo, hay algo que llama la atención: he preguntado a la editores y editoras de Xataka y Genbeta que utilizan la inteligencia artificial de forma habitual e intensiva y GPT gana por goleada a
Gemini.
La respuesta mayoritaria entre quienes usan
Gemini y GPT en su día a día tiene que ver con la calidad de las respuestas, lo que repercute en su fiabilidad. Iván Linares de Xataka Móvil y Android explica esta evolución:
Google Bard empezó siendo muy poco eficaz y fiable, pese a tener como fuente de información a Google permanentemente dio demasiados datos falsos.