Muchos no conocen el origen de
Netflix, y se sorprenderán al saber que su origen se remonta a 1997, época en la que se fundó gracias a
Reed Hastings y
Marc Randolph en
California, quienes inicialmente
comenzaron esta empresa como un servicio de alquiler de DVD por correo. Diez años después,
Netflix evolucionó al adoptar el streaming, lo que les permitió expandirse a nivel internacional. A la fecha ya son
más de 190 países en los que está presente, con millones de suscriptores que miran contenidos mes a mes. Es por ello que el gigante del streaming está constantemente cambiando, adaptándose a los nuevos tiempos tal y como lo hizo en un origen.
En ese aspecto, recientemente anunciaron que
dejarán de informar públicamente sobre su número de suscriptores a partir de 2025, una decisión que enseguida llamó la atención de analistas e inversores.
De partida,
la decisión de Netflix de esconder el número de suscriptores se enmarca en un momento en que la industria del streaming atraviesa una competencia intensa y un crecimiento saturado, especialmente en
mercados como Estados Unidos. Pero eso ya lo habíamos notado.
Por eso, este cambio estratégico se interpreta como un
intento de la compañía de centrarse menos en el crecimiento cuantitativo de suscriptores y más en la calidad y diversificación de su oferta.