Un estudio publicado en
Science, «Durably reducing conspiracy beliefs through dialogues with AI« llevado a cabo sobre 2,190 norteamericanos autodeclarados seguidores de una serie de teorías de la conspiración completamente absurdas, demuestra que la interacción con un chatbot de inteligencia artificial sobre el tema reducía significativamente la fuerza de esas creencias, y que ese efecto se prolongaba incluso dos meses a continuación.
El secreto del éxito: el chatbot, con su capacidad para acceder a cantidades masivas de información sobre una enorme variedad de temas, era capaz de adaptar con precisión sus contraargumentos para cada individuo.
Más del 50% de los norteamericanos afirma creer en al menos una de las llamadas «teorías de la conspiración», explicaciones extravagantes para un evento o situación que afirman la existencia de una conspiración por parte de grupos poderosos y siniestros, a menudo con motivaciones políticas. Por lo general, esos individuos tienden a convertir esas teorías que creen que dan soporte a alguna de sus creencias en una parte fundamental de su esquema vital o cosmovisión, de los cimientos del edificio que soporta sus creencias, y a reaccionar de manera exacerbada o incluso violenta cuando esas teorías se ven amenazadas o desafiadas.
Es el llamado backfire effect, que los lleva a mantener una creencia a pesar de la disponibilidad de nueva información que la contradice firmemente.