Hablar de moda en el cine es tener como referencia grandes íconos de estilo que dejaron plasmada en pantalla su gran personalidad a través de la ropa, como lo fue en su momento
Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes', sin embargo, cuando nos centramos en las historias en las que el personaje más importante utiliza su talento para coser como una forma de ejecutar una venganza, las cosas se vuelven mucho más interesantes, como lo pinta este filme que va subiendo peldaños entre el listado de las más vistas de
Netflix.
'El poder de la moda' ('The Dressmaker' en inglés) es la historia de una mujer que, desde una muy corta edad, tuvo que salir de su natal pueblo en Australia a causa de un accidente que todavía en su regreso más de 25 años a continuación, todos siguen recordando: ya que, como la gente contó en ese entonces, ella fue la culpable de haber terminado con la vida de uno de sus camaradas de clase.
Myrtle Dunnage (Kate Winslet) regresa de París a Dungatar con una maleta y su máquina de coser Singer 1951 bajo el brazo en búsqueda de dos cosas: el acercamiento con su madre enferma (Judy Davis) y la búsqueda de la verdad que la alejó del pueblo donde nació: el saber qué pasó aquel día en que uno de sus amigos de escuela murió y por qué fue inculpada.