Apple siempre ha intentado maximizar el rendimiento laboral. Con jornadas flexibles entre la oficina y el trabajo en casa. Reduciendo reuniones a lo mínimo posible e manejando los tiempos como solo Steve Jobs sabía hacer para evitar las tareas a largo plazo, y por lo tanto, la procrastinación. Precisamente sobre esto último es lo que más se destaca en un último estudio de la organización sin ánimo de lucro 4 Day Week Global.
El estudio arroja un dato revelador: cuando trabajamos cinco días a la semana, uno de ellos se va prácticamente en hacer
nada. ¿Cómo es posible? Según la investigación, la razón principal es la tendencia a procrastinar y a realizar tareas poco productivas durante esos cinco días de jornada laboral. La solución que proponen parece simple: reducir la semana a solo cuatro días, pero manteniendo la productividad y el sueldo intactos.
La investigación, realizada con la participación de más de 60 empresas de todo el mundo, fue diseñada para analizar los efectos de una semana laboral reducida bajo el modelo 100:80:100. Esto significa que los empleados reducen sus horas de trabajo al 80%, pero mantienen el 100% del salario y el 100% de la productividad.
Los resultados mostraron que los empleados lograban realizar la misma cantidad de trabajo en 33 horas que en 38 horas, eliminando las tareas innecesarias y evitando la procrastinación.