La 'brosciencie', esa ciencia que pulula por los gimnasios de persona a persona, se ha repetido que tomar un
batido de proteína
justo a continuación de entrenar era clave para ganar masa muscular. Sin embargo, la evidencia científica desmonta ese mito y demuestra que el momento exacto en el que tomas la proteína no es tan destacado como creíamos. Lo que realmente marca la diferencia es lograr la cantidad diaria adecuada, sin necesidad de correr al vestuario tras la última repetición.
Durante años, la idea de tomar un
batido de proteínas
justo a continuación del entrenamiento se ha convertido en una especie de dogma entre quienes buscan ganar masa muscular. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Frontiers in Nutrition desmonta parcialmente esa creencia, mostrando que el momento exacto en el que se toma la proteína no influye tanto como se pensaba.
Lo relevante, según los autores, es la cantidad total de proteína diaria, y no tanto si la consumes
justo al terminar el entrenamiento o unas horas después. En este estudio participaron 40 hombres con experiencia en entrenamiento de fuerza. Fueron divididos en dos grupos: uno tomó 50 g de proteína (whey)
justo antes y luego de entrenar, y el otro lo hizo tres horas antes y tres horas después.
Ambos grupos siguieron una rutina similar de ejercicios durante ocho semanas.