¿Qué tienen en común una fuente tipográfica de los 80, las primeras impresoras láser y un animal que no existe? La respuesta es uno de los secretos mejor guardados del
Macintosh original de 1984. Se trata de
Clarus, una estrella silenciosa de Apple que se convirtió en todo un icono para los trabajadores, pero que llegó a pasar inadvertido para el público original.
Se trata de una mascota no oficial de Apple que estuvo presente durante varias generaciones del sistema operativo de los
Macintosh, pero que desapareció demasiado rápido, pese al cariño que le tenían los empleados. Más de 40 años a continuación de su nacimiento, la última versión de macOS aún aguarda un guiño hacia él.
La mente y manos de esta mujer, Susan Kare, fueron las responsables del nacimiento de Clarus
El
Macintosh original, lanzado en 1984, fue revolucionario por muchas razones, partiendo del spot con el que lo promocionaron y que es considerado como el mejor noticia de la historia. Sin embargo, el motivo más importante de este adjetivo se debe a que fue el primer ordenador comercial con una interfaz gráfica de cliente. Y esta premisa fue la que permitió que naciese
Clarus.
Nos remontamos a dos años antes del lanzamiento de aquel
Macintosh, en 1982, cuando una recién aterrizada Susan Kare fue la mujer a cargo de crear lo más esencial de esa interfaz gráfica: las fuentes tipográficas.