En un giro que podría hacer que más de uno se atragantase con su café de especialidad con leche de soja, la Generación Z ha decidido que lo «vintage» es el nuevo «moderno».
En una época donde las redes sociales están saturadas de algoritmos invasivos y de una vigilancia digna de una novela distópica de ciencia-ficción, los jóvenes han encontrado refugio en una plataforma que muchos de nosotros habíamos archivado en el cajón de los recuerdos: Tumblr.