La liquidez es uno de los elementos más importantes de cualquier empresa. Sirve para abonar todos los gastos que tiene la empresa, tanto los operativos como los financieros, y representa la cantidad de dinero que tiene la empresa para acometer nuevas inversiones. En este sentido, los analistas y los responsables de la empresa es el
free cash flow.
El flujo de caja libre (más conocido en inglés como
free cash
flow o, simplemente, FCF) representa la liquidez que tiene un negocio una vez descontados todos los recursos necesarios para su generación. En otras palabras, es el flujo de fondos de una empresa sin importar cómo se financia.
Su relevancia es clave en las empresas, ya que representa la cantidad de dinero con el que se paga tanto a accionistas como a acreedores, así como las inversiones que se realicen para hacer crecer la empresa.
De esta manera, es posible saber si las inversiones o los intereses y dividendos pagados resultan ser muy elevados en relación con el flujo de caja generado. Los administradores de la empresa deben responsabilizarse de tener en cuenta esta variable para medir la rentabilidad de una empresa.
En el cálculo del flujo de caja libre intervienen numerosos elementos tanto del activo como del pasivo. Se descompone de el próximo manera:
- Beneficio Bruto = Ventas - Coste de ventas.
- EBIT = Beneficio bruto - Gastos de venta - amortizaciones + otros ingresos.