Vaya por delante que la consideración de las llamadas «generaciones» que cubren tramos de edades como cohortes obsoletas me parece simplista y estereotipada, pero todo parece indicar, y mi percepción además lleva tiempo siendo esa, que los jóvenes de la llamada
Generación Z, además conocidos como
Zoomers, nacidos entre mediados de los â90 y los 2010, tienden a preferir interactuar en la red a través de perfiles anonimizados o seudonimizados, lo que parece poner fin a la obsesión con la marca personal, la atención y la influencia que parecía tener la generación previo.
Frente a la obsesión con Instagram que tenían los millennials, los
zoomers optan por herramientas como Tumblr, que estaba en franca decadencia en manos de Yahoo! y ha experimentado un renacimiento bajo la propiedad de Automattic, o por Discord, en las que lo habitual es utilizar seudónimos y perfiles sin una vinculación clara con el emisor.
Tras una generación volcada en las redes sociales, en los perfiles con nombre y apellido y en la pretensión de convertirse en influencer, encontramos ahora una búsqueda de interacción en la red, pero liberada de las presiones de la marca personal y de las búsquedas. Lo habitual es que no puedas encontrar fácilmente a los clientes de esa generación, salvo que tengan a bien darte su nombre de cliente, que en muchos casos ocultan incluso a miembros de su familia.