Protegerse contra la inflación es uno de los objetivos preferentes del inversor. Al fin y al cabo, la inflación daña recurrentemente la capacidad de compra del dinero y, para no ser vencidos, no queda otra que lograr rentabilidad de los ahorros.
Entre esas vías para lograr rentabilidad, se concibe al oro como el gran protector para ser capaces de enfrentarse a la inflación con resultados positivos. Sin embargo, y dependerá de los plazos a los que nos refiramos y la situación específica.